No falta quien piense que la lactancia exclusiva es un egoísmo de la mamá y que es injusto con papá porque él no puede pasar tanto tiempo con su bebé. Por supuesto que no hay nada más lejos de la verdad, porque si hay algo que no es egoísta, es amamantar. ¿Cómo podría serlo? Es dedicarse con todo el amor posible a esa nueva personita que vino a llenarnos la existencia.
Por: Ana María Hanssen
La lactancia es como la maternidad misma: cuando ya parece que lo hemos descifrado todo, nos cambian las reglas del juego y tenemos que empezar a buscar nuevas estrategias para navegar los retos. Esto sucede particularmente cuando el bebé está atravesando un brote de crec...
Cuando mi primera bebé tenía 5 meses, hicimos un viaje largo y me hizo agradecer profundamente haberme comprometido con la lactancia materna. En el avión había otras mamás pidiendo agua caliente y llenando biberones, y la verdad que no las envidié para nada. Sus bebés lloraban mucho mientras esperaban. En cambio, yo sólo tenía que dar pecho para que mi bebita estuviera bien. Tanto así que muchas personas en el avión no notaron que ella estaba hasta que aterrizó y nos vieron levantar de la silla.
Hay siempre una primera vez para todo en la maternidad y una de las que no me gustó fue la primera vez que mis bebés sufrieron de resfriado o se enfermaron de gripe. Sentir su diminuta nariz congestionada y verlos querer amamantar, pero soltarse porque no pueden respirar bien, es realmente frustrante.
¿Es difícil amamantar?
Por: Ana María Hanssen
Siempre nos han dicho que amamantar es fácil porque es natural. Pero la verdad es que aunque hay mamás a las que se les da muy bien en el primer intento, hay muchas otras a las que no nos va tan bien la primera vez que ponemos a nuestro recién nacid...
Recuerdo que en los primeros días de ser mamá, sentía que iba a desfallecer de cansancio sentada en una mecedora dando pecho a mi bebita. Paradójicamente pensaba que no estaba haciendo “nada” cuando en realidad estaba haciendo “todo”. Pero la mente en este mundo que no para nos engaña con pensamientos que nos exigen ser más a pesar de que ya lo somos: acabamos de parir a un bebé y nuestra única responsabilidad y actividad debería ser esa, estar con el bebé para alimentarlo y nutrirlo física y emocionalmente.